Habló uno de los jóvenes que denunció al «Maestro Amor»

No puede haber una comunidad que tenga como líder a un violador de menores”, inició la entrevista Martín, el joven que se animó a denunciar a Ricardo Javier Ocampo (Maestro Amor) en 2009 por cinco hechos de abusos sexual cometidos contra él cuando era un adolescente. Sin inhibiciones y con total claridad, el joven, quien hoy tiene 25 años, brindó una entrevista por primera vez a un medio gráfico de la provincia y contó por qué considera que vivió 7 años (desde el 2002 a 2008) en el marco de una «organización coercitiva o secta”, según El Ancasti de Catamarca.
Luego de asegurarse de que el periodista que lo entrevistaba era de confianza y no tergiversaría sus dichos, Martín manifestó sentirse «aliviado” tras la condena con prisión efectiva a Ocampo, dada el viernes pasado, por los 6 hechos de abuso sexual que se le habían imputado. No obstante, remarcó en cada una de sus palabras la importancia que tiene para él que la justicia «pueda actuar de oficio” conteniendo a los más de 600 miembros que actualmente viven en la comunidad Meditazen.
-¿Cómo te sentís después de la condena?
-Es importante como antecedente. Sentí un profundo alivio. Pero esto es solo un primer paso. Los jueces, mostraron mucho valor.
-¿Un primer paso?
-Sí, para mí sería importante que Ocampo no tenga relación con el entorno. Que no se le dé una computadora y tenga privilegios. Sé que él quiere seguir con su secta dentro de la cárcel, y sé que puede lograrlo. Sus familiares van a visitarlo y va a decirles qué deben hacer y yo creo que esa comunidad se tendría que disolver porque no puede haber una comunidad que tengan como líder a un violador de menores.
-La comunidad niega rotundamente que se trate de una secta. ¿Vos por qué lo aseguras?
-Es una organización coercitiva que engaña a la gente. Muestra una imagen por fuera pero se maneja en secrecía. El Maestro Amor guarda secretos con cierta gente que incluso otros devotos no saben. Se maneja con círculos de confianza. Los que están cerca son los cómplices, los que organizan todo.
-¿A qué te referís con cómplices?
-Hay un pequeño grupo. Yo lo declaré en la justicia y son cinco. En un círculo más grande están los devotos de Ocampo que no saben qué hace, están convencidos de que él es bueno. Otros, sí lo saben pero creen que es algo trascendental y por eso lo defienden incluso cuando fue condenado (aclara). Estuve adentro y sé cómo se maneja y qué tipo de técnicas de secrecía utiliza. Hay personas camufladas. Intenta meter gente en la justicia, se ha metido con políticos. Para el que quiere algo espiritual dice que es Dios y para la gente que quiere algo terrenal dice que es un facilitador. Los niños son criados desde chicos pensando que él es Dios.
-¿Cómo es esto de los chicos?
-En la época que yo estaba los niños trabajaban para él. Después se fue cuidando esta parte. Por ejemplo, hay canciones infantiles que dicen «entreguen su mente al gurú que él los guiará». Todo una cosa fea desde chicos donde les dicen que tienen que entregarse a él sin resistencia.
-Los discípulos decían que sos malo y que mentías
-Estoy muy seguro de que a la mayoría los ha engañado; les ha contado otra historia sobre mí, ha deformado la verdad para ellos. Son gente que lamentablemente esta engañada por eso no puedo guardar rencor.
-¿Alguno se puso de tu lado?
-Fuimos a una psicóloga que es de él y nos dijo: «Si el Maestro hace esto, por algo es”. Dio a entender que todo lo que él hacía era algo trascendental. Otra devota me dijo que si el Maestro le pega un tiro su hijito lo tomaba bien. Después me acusaron de traidor y me dijeron que era Judas.
-Tenés miedo, te cuidaste mucho antes de esta entrevista.
-Sé que este hombre maneja mucha influencia. Tiene mucho poder adquisitivo, hay ciertos empresarios con mucho poder. Ocampo no saca plata de la nada, si bien él dice que la materializa. Hay gente que lo está apoyando y tiene mucha influencia. Después convence a los del pueblo con trabajos o con esas fiestas que hace, como el Día del Niño. Hay intereses creados no solo con el turismo, sino con otras empresas, con políticos.
-La declaración del padre del chico que denunció en La Rioja habla de humillaciones…
-Es una técnica de todo líder sectario; las humillaciones, bajar la autoestima, hacer que dejen su personalidad diciendo que todas las creencias que tenían antes de entrar son del ego, y que hay que dejarlas. Incluso hizo un prototipo del discípulo de cómo debe pensar, actuar, qué emociones debe tener, hasta qué ropa interior tiene que usar o cuándo debe tener relaciones sexuales. Maneja todos los aspectos de la vida y la palabra de él es la última y la más poderosa.
-¿Qué pensás del intento de desistir del otro denunciante?
-Pienso que estaba en ese momento en una situación económica muy mala. Yo no lo culpo, lo entiendo. La madre lo había apoyado siempre, incluso estaba haciendo un tratamiento para salir de las drogas y ella se muere, vaya a saber por qué, dicen que la operaron. Después de esto, estaba trabajando de limpia vidrios. Creo que habrá que investigar qué tipo de bienes tenía antes y cuáles después de la rectificación.
-¿En qué consiste la gran extorsión de la que se los acusa?
-Nunca hubo una extorsión. Ocampo quiere hacer quedar a las víctimas como victimarios y hacer que todo salga del contexto de lo sexual, cuando todo siempre tuvo que ver con lo sexual. Él quiso desviar la atención de la gente y ponerla en lo económico. El imputado ya culpable es él, acá no se investiga a la víctima.
-Sabés que podrías haber pedido dinero
-Yo no pedí resarcimiento. Si algún día la Justicia me da, no quiero ese dinero sucio. Solo lo usaría para donarlo a tres fundaciones: Missing Children’s, Renacer de Colombia que rehabilita a chicos víctimas de abuso sexual y a Pablo Salum, para apoyar la Ley de Sectas.
-¿Te miró a los ojos en el juicio?
-Me senté mirando los jueces. Si soy sincero, me daba asco. El denunciante de La Rioja lo quiso mirar y Ocampo no quería mirarlo, y escribía en un papel.
-¿Cómo describirías a Ocampo?
-Como un recopilador que busca información, enseñanza de distintos gurúes, y las presenta como suyas. De hecho dice ser la inspiración de todo. También como alguien extremadamente peligroso, por su poder de manipulación psicológica y emocional. Y como un narcisista: todo tiene que girara alrededor de él.